Hemo-Hospi

El diagnóstico de hemofilia, así como de otras coagulopatías congénitas, conlleva la vivencia de diferentes emociones y creencias que, si no son tratadas de un modo adecuado, pueden acarrear una serie de complicaciones y desajustes psicosociales afectando a la salud de la persona. Los miedos,  la ansiedad y estados deprimidos, suelen ser recurrentes tras el diagnóstico y en momentos clave del ciclo vital.

Tener una enfermedad crónica supone realizar reajustes continuos, tanto para la persona como para los familiares que le acompañan (pareja, padres, hermanos/as), que posibiliten superar los momentos de mayor dificultad. Cuando las circunstancias sobrepasan los recursos personales y/o familiares, es importante solicitar apoyo profesional que permita funcionar y cuidarnos de un modo más funcional.

El servicio ofrece a pacientes y familiares la atención de aquellos aspectos psicosociales derivados de la enfermedad, así como el acompañamiento profesional en las diferentes fases de adaptación a la misma: el diagnóstico, su tratamiento, los cambios emocionales, las conductas de riesgo, periodos de reposo, etc. Además, se ofrece la posibilidad de tratar otros aspectos de importancia para la persona/familia, aunque no estén relacionados con la enfermedad, cuyo tratamiento permita mejorar su calidad de vida y salud emocional.

El trabajo se apoya en una visión integral y holística del ser humano, que va más allá de la enfermedad.